viernes, 8 de julio de 2011

El aula como espacio de aprendizaje y crecimiento.

Este jueves al observar la clase de sexto, realmente pude apreciar, cuanto pone el docente en su formación, el aspecto académico es solo una parte de este proceso, el resto es un largo camino que cada uno irá haciendo acorde a sus propias expectativas, intereses, y deseos de superarse y ofrecer lo mejor de sí a sus alumnos. La docente parecía tener el control de la clase, de manera positiva, estaba segura de si, y de sus alumnos, haciendo pleno uso de la dimensión pedagógica didáctica, ya que en todo momento facilitaba y organizaba los contenidos de manera que los chicos pudieran relacionarlo a sus saberes previos y a su vez ampliarlos y desarrollarlos aun más. Dejaba ver claramente que hubo un trabajo de transpoción didáctica eficiente ya que los niños se mostraban familiarizados con el tema y eran muy permeables a los nuevos saberes. Esta transposición es la forma en que la docente adapta los contenidos a dar al perfil del grupo, elaborando estratégias dinámicas que produzcan el "enganche" del chico con la materia, me asombró muchísimo la forma en que habían aprendido los ángulos, con canciones y con el cuerpo, para nada tradicional, sino que de una forma didáctica y divertida.  Si bien en la entrevista de la semana pasada, la docente aclara que se apega al currículum, lo hace pero desde un lugar pedagógico, es decir sabe que contenidos prescriptos están en él, pero los adapta, los moldea, con fines pedagógicos, a fin de que los alumnos puedan resignificar, participar activamente  de su propio proceso educativo, tomando asi al currículum como un contrato de aprendizaje-enseñanza, con el cual puede "negociar", para andamiar puentes entre el saber prescripto y los niños. Para ello es necesario que los directivos propicien el espacio donde el docente pueda suscribirse a ese contrato de convivencia, definir tareas, deberes y derechos recíprocos, es asi como ese documento prescriptivo, se tornará moldeable, adaptable a las diversas situaciones y realidades, con lo cual estaría entrando en juego el currículum prescriptivo, el real, y el currículum en acción. Es increible luego de la observación del otro día, como parece en un mismo establecimiento funcionar dos metodologías distintas, dos enfoques totalmente diferentes, por un lado la docente que se cierra a la imposición de lo prescriptivo y por el otro la que puede, repensar cada actividad desde la pedagogía y apropiarse de ese documento pero de manera constructiva, es decir lo toma como guía pero pone mucho de su formación y creatividad para adaptarlo a las necesidades y realidades del aula, con lo cual el currículum en acción es mucho más flexible y constructivo, generando que la práctica sea de calidad.
Los alumnos se vinculan significativamnete con el saber y lo exploran con naturalidad.
Desde la dimensión pedagógica se plantea la relación estrecha entre directivos y docentes a fin de lograr la buena conducción, con lo cual, no parece suceder, ya que es notoria las diferencias entre dos grupos, con lo cual, no parece haber un trabajo por parte de la dirección de investigación e información para el logro de objetivos. Parece estar cada uno en su mundo, uno con su rigidez, el otro con una relación pedagógica didáctica, estas diferencias de base son cruciales a la hora de dar la clase, los resultados son visibles, chicos entusiasmados aprendiendo, y chicos aburridos, con contenidos fragmentados y parciales.
Patricia Romeo.

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